Lo último que recuerdo es que me desperté de madrugada buscando tus manos frías. Y no sé de qué extraña manera, tras mis vanos intentos por encontrarte, acabé fundiéndome de nuevo con las sábanas color burdeos. Y entorné los ojos emprendiendo un camino de vuelta a esa horrible pesadilla en la que feos monstruos me perseguían. Y tú no estabas. Y nadie más volvió a despertarme.
M'has aterrit, sincerament!
ResponderEliminarBuhh... El pitjor és que és cert!
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